sábado, 6 de septiembre de 2008

No doy pie con bola

Literalmente. Ni mano tampoco, nada que tenga que ver con manejar pelotas, bolas, bolitas. Qué le vamos a hacer. Quizá (espero) tengo talento para otras cosas, pero está demostradísimo que los bolos, el billar y el futbolín no son, ni de coña, lo mío. Aún a sabiendas de ello, ayer un amigo de Mathias celebraba su 25 cumpleaños en una bolera. ¡Qué divertido!, pensarán muchos. Pues no. Para mí, no. No contenta con quedar la última en los bolos en las dos partidas que jugamos, en el mismo sitio había billar (al que me negué, ya estaba bien de hacer el ridículo) y futbolín. Total, que quedaban impares si yo no jugaba, y más por pena (creo) que por verdaderos deseos de que yo jugara, se les ocurrió preguntarme si jugaba con ellos. Resultado: cada equipo con el que yo jugaba perdió, frustración propia por mi (una vez más archicorroborada) torpeza y una entrada de blog. No está mal.
Espero que la próxima celebración de cumpleaños no sea un partido de fútbol, ni de baloncesto, ni de volleyball, ni canicas, ni petanca, ni waterpolo, ni hockey, ni tenis,...¡Joder, cuántas cosas con pelotas que yo no puedo practicar sin hacer el ridículo!

No hay comentarios: