martes, 16 de septiembre de 2008

Madrugar en domingo

Tiene sus ventajas, aunque no lo parezca. Sí, escribo sobre ello el martes, es que hasta hoy no me ha salido, perdón por el lapsus temporal un poco contrario a la inmediatez que se supone que un blog tiene que tener.
Como iba diciendo, por causas que no vienen a cuento (no porque no queira contarlo, es que llevaría demasiado tiempo y me iría por los cerros de Úbeda) el sábado no salimos, así que decidimos madrugar un poquillo (un muchillo, diría yo) el domingo y aprovechar del respiro que nos está dando el tiempo los últimos tres-cuatro días: solete, cielo azul, ni una nube, sin amenaza de lluvia y, vale, bastante fresco por la noche y por la mañana temprano. Dicen que seguirá así hasta el sábado. A ver si es verdad.
Así que nos pusimos la mochila y las bicis y al centro, que todos los domingos de buen tiempo se organiza un mercado de venta de libros de segunda mano al lado de uno de los canales de la ciudad...Tan pronto llegamos que noe staban montados todos los puestos, así que decidimos darnos un homenajillo y un capricho tonto que tengo desde hace meses: ir a desayunar. Mmmmmmm, lekker, rico, rico, en un sitio muy guay, de madera, con mesas grandes en la sque había familias, gente sola con su libro y/o su periódico, música clásica de fondo y unos bollos y un café que me supieron a gloria. Sí, bastante caro, lo admito, pero era parte del plan perfecto...Con el estómago lleno y un poco más calentitos, vuelta al mercado, que ya contaba con más puestos, y hasta cuatro libros cayeron en nuestras manos: Heminway, más Heminway, George Orwell y Javier Marías en neerlandés para Mathias ( y, sin haberlo querido, un pareado me ha salido), que ya va siendo hora de que lo conozca...Tan suertudos fuimos que era el primer aniversario de tal mercado, así que nos regalaron unos bonos para tomar una cervecilla ahí msimo, al solete y con el periódico bajo el brazo, antes de coger la bici para ir a dar una vueltecilla a otro mercado de chorradas de segunda mando (un poco como el Rastro, pero en muyyyyyyyyyy pequeñito y SÓLO cosas de segunda mano) y enredar un poco mientras el sol calentaba.
Y así, a lo tonto, pasamos la mañana completa, con desayuno y cervecita incluídos, muy modernetes nosotros en la bici y con la mochila llena de letras.
¡Me encanta esta ciudad cuando hace sol!

3 comentarios:

Aniceto Valdivieso dijo...

Cual de Hemingway? cual? cual? a que le da mil vueltas al pesao de Faulkner? si o no, eh? mu rico...

Lydia dijo...

Pues aún no sé si le da mil vueltas, proque no he emepezado todavía con el de Faulkner que me compré la semana anterior, "El ruido y la furia" (pero en inglés). Y de Heminway hemos comprado "A farewell to arms" y "For whom the bell tolls". Cuando termine "1984" de Orwell me pondré con ellos, y ya te diré cómo lo veo...

Aniceto Valdivieso dijo...

el viejo y el mar! brutal, por todo, por como esta escrito y sobre todo porque deja claro que un pescador respeta mas al pez que acaba de pescar que mucha gente que le tacha de asesino desde su despachito sin tener ni idea de lo que es la vida con los animales