domingo, 21 de septiembre de 2008

Cambiar para bien

Siempre he sido bastante torpe, y poco deportista. Salvo bailar y nadar, no me gustaba practicar ningún otro deporte. No sé hacer el pino, nunca he sabido y creo que nunca sabré. Se me daba fatal lo de saltar el potro y el plinto y ese tipo de terroríficos aparatos (como les llamaban en el colegio) y tuve que dejar de jugar al baloncesto un año después de empezar porque no había forma. Cuando tocaba hacer deportes y pruebas y juegos por equipos,siempre me escogían la penúltima o antepenúltima, sólo por delante de los torpes gordos de la clase. Yo era la empolloncita torpe que se esforzaba todo lo posible, pero al menos no estaba gorda y eso me salvaba de la humillante última posición. Vaya consuelo.
Total, que desde que vivo aquí, por alguna extraña razón, he descubierto que mi torpeza sigue siendo la misma de siempre (léase si no mi entrada sobre la noche de bolos, billar y futbolín) pero....¡¡¡me mola montar en bici!!!Voy en bicicleta a trabajar, a tomar cervezas con mis amigas, a nadar, a mis clases de baile y a hacer la compra. Y ya en plan deportivo, hasta disfruto de una tarde de sábado montando en bici por una rutilla de 20km cerca de la costa belga. Y no es la primera vez que hacemos algo así, ni la ruta más larga, y de verdad que disfruto y me siento bien. Creo que no se me da tan mal. Hasta tenemos planes de comprar bicis mejores para hacer rutas más largas o para irnos fines de semana enteros a montar en bici, vamos, una auténtica deportista que me estoy volviendo. Me parece sano, el cuerpo me lo pide y ya no lo veo como una pérdida de tiempo o algo que noe stá hecho para mí. Veer para creer, quién te ha visto y quién te ve.
Además, hay una foto muy chula, pero habrá que esperar hasta verla en la red, os va a molar, seguro.

PD: Releyendo la entrada creo que me he flipado un poco, porque aquí hasta los niños hacen más kilómetros y más difícil que yo, pero lo he puesto en su contexto, y es todo un logro para mí, está claro...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegro de que por fin te hayas reconciliado con la bici. A ver si cuando vaya me llevas a esa ruta, que sabes que a mí me encanta.