jueves, 31 de marzo de 2011

Back to the basics

La vida me parece (y es) a veces demasiado complicada, tanto que hacer siempre, tanto agobio y responsabilidades.
Y yo que me la complico solita muchas veces, dándole vueltas a cosas que son más simples de lo que creo, intentando resolver todo el problema de mi vida en un solo día.
Así que cosas pequeñas como el pan recién hecho y calentito, una buena ensalada campera para comer, un rato de natación después de trabajar por la mañana y antes de ir a dar clase por la tarde, el hambre que da el ejercicio físico y una niña que crece dentro me devuelven a la esencia, a lo que es importante.
Tengo que aprender a simplificar.
Unos minutos jugando a renovar el aspecto del blog. Todo forma parte de lo mismo: la primavera, una nueva vida que crece y crece, las reformas en nuestra casita, los planes para las vacaciones, mis hijos y mi marido como parte de mí. De repente, todo está en equilibrio aquí dentro, y siento la armonía que da ver que todas las piezas encajan.

lunes, 21 de marzo de 2011

Cumpleaños


Y lo orgullosa que está su madre...Tanto, tanto, que hasta me salto mis propias reglas, y por primera vez en un año (lo prometido es deuda) subo fotos tuyas al blog, Tobias. Y es que estuvo genial, tu fiestecilla de cumple, tantos regalos, tanta gente que vino sólo por ti.


miércoles, 9 de marzo de 2011

Momentos

Que hacen que este miércoles, siempre el día más largo y más duro de mi semana, lo sea menos.
El primero, a las 6 de la mañana. Sí, sí, Tobias ha decidido que era ahora de levantarse ya y jugar, y hemos pasado varios minutos remoloneando y jugando y riendo los tres (Mathias, Tobias y yo) en la cama. No parecían las 6, ni siquiera era importante el madrugón. Sentirles tan cerca me ha ayudado a empezar el día con buen humor, contagiada de las carcajadas y abrazos de Tobias, que ahora juega a esconderse bajo las sábanas y hacer "como que no está". Y Mathias, tan sumamente atractivo esta mañana, riendo también, jugando con Tobias a lanzarle por los aires. Parecía domingo, uno de los buenos.
El segundo, sólo para mí, ahora mismo, al volver de mi pausa para comer. Normalmente los miércoles voy a comer con mi jefe, pero hoy él no podía, así que sola. Al volver, a la 1 en punto, el carrillón (un carrillón, mejor dicho, porque no sé bien cuál era, aquí en Lovaina hay varios, creo) estaba tocando "Killing me softly", una canción que me pone el vello de punta. Y serán las hormonas, o el embarazo, o que realmente era un momento hermoso, porque se me han saltado las lágrimas, y he sentido que de verdad tengo que atrapar esos momentosy saborearlos intensamente, que si no la vida se me escapa.
Ahora es más fácil enfrentarme a la modorrilla de después de comer y a la traducción inmensa que me espera, a las largas horas que aún me quedan por delante hasta llegar al final del día de vuelta a casa.

viernes, 4 de marzo de 2011

Casi un año

O hace ya casi un año, no sé bien cómo titular esta entrada. El caso es que se acerca la fecha de tu cumpleaños, Tobias, tu primer cumple. Sí, claro, claro que te estamos preparando una fiestecilla, en casa de oma, que donde vivimos ahora no cabe toda la gente (amigos nuestros) a la que hemos invitado.
Aún faltan unos días, pero anoche te despertaste (otra vez) a las 5.30 y, después de darte el biberón y cambiarte el pañal, te volviste a dormir, pero yo no podía. Así que se me fue la cabeza y empecé a divagar, como me ocurre siempre que no me puedo dormir, mientras os escuchaba respirar profundamente dormidos a tu padre y a ti. Cabrones, pero lo digo con cariño. O desde el cariño, como dicen los políticos españoles de ahora, qué coraje me da, ignorantes. Bueno, que me voy por las ramas, ¿ves?
En este año ha pasado de todo, nos ha pasado de todo. En el mundo, más aún, pero no puedo irme por ahí, que entonces sí que no voy a terminar jamás esta entrada y tú, si algún día la lees (¿seguirá existiendo internet cuando tú sepas leer? ¿seguirá existiendo mi blog, seguiré escribiendo yo?), te vas a aburrir con tanta divagación.
A lo que iba.

Pienso en tu abuelo Roland, que se murió hace ya tres meses. Y se me vienen las lágrimas a los ojos, y pienso en que le prometí a tu padre que te hablaríamos mucho de él para que su recuerdo permanezca en ti, en nosotros, que siga vivo de alguna manera. No lo sabes, pero él fue la primera persona con quien sonreíste, con tan solo seis semanas de vida. Tengo un par de fotos de ese momento, que yo me perdí. Pero ahí están, las hizo oma Rita, para cuando quieras verlas. Y no es casualidad, no puede serlo, que tu cumpleaños coincida con el suyo siendo como era, además, tu padrino. No lo olvides nunca.
Claro, si te cuento esto todo lo demás que pueda contarte parece insignificante y pequeño en comparación, relativo. Pero no lo es, no para nosotros. Porque la vida sigue, qué gran verdad.
Vuelvo a sentir la primavera acercándose, en los días cada vez un poco más largos, cuando oigo a a algunos pájaros piar por la mañana. Qué curioso, hace no tanto tiempo los oía a veces cuando volvíamos a casa después de una noche por ahí, y ahora los oigo también levantada, pero por motivos bien distintos: biberón, pañal, quiero jugar que ya he dormido bastante. Cómo cambia todo. Recuerdo mientras escribo que, hace un año, aún tardó unas semanas en llegar, e hizo frío hasta bien entrado abril, pero de repente explotó, y yo sentí que eras tú el que me la había traído. Quiero pensar que será así cada año, que en torno a tu cumpleaños sentiré que eres tú el que me trae la primavera, que tanto necesito, año tras año. Si es que eres un milagro...

Pero aún hay más.

Tu padre y yo hemos cambiado de trabajo, y estamos mucho más felices en ese aspecto. Creo que hemos conseguido mantenernos y ser Mathias y Lydia, además de papá y mamá. Y, al menos yo -no puedo hablar por tu padre- quiero progresar y mejorar y cambiar cada día, y ser una mujer completa y con una vida lo más rica posible para que puedas sentirte orgulloso de tu madre. Bueno, y por mí mimsa también, me parece muy importante seguir siendo yo misma, ¿sabes?

La casa que compramos hace año y medio, bueno, ahí sigue. Peleamos contra el tiempo (y a veces entre nosotros dos) por hacer de ella uno de nuestros sueños, un lugar guay para ti y para tu hermana. Uy, es verdad, que no te lo había dicho!!!Bueno, en persona sí, claro, pero eres un renacuajo y aún no te enteras: por si fueran pocos los proyectos que tenemos entre manos, y los planes, y toooodo lo que nos ha sucedido este año, pensamos que deberías tener pronto un hermano/a y, voilá!, deseo concedido. ¡Felices como nadie! Me muero de curiosidad por ver cómo reaccionas cuando la conozcas, cómo será el verano con vosotros dos, la nueva-renovada vida que me espera. Y a ti, hermano mayor sin apenas darte cuenta, ¿no te hace ilusión?
Total, la casa. Avanza, sí, pero no te niego que muchos días me preocupa y, a veces, hasta me desvela. Va a ser preciosa, ya verás, y con mogollón de espacio para jugar, y un patio para que nos dé el solete cuando lo haga (aunque no serán muchos días, me temo, ya sabes, Bélgica...), y todas estas preocupaciones se quedarán en un recuerdo. Para ti ni eso, qué suerte tienes.
Preocupaciones, sí. Como la semana que has pasado en el hospital recientemente, un poco enfermillo, o "cosas de mayores", como yo digo, con las que no hace falta que te dé la brasa. Son de mayores, al fin y al cabo.
Cosas de pequeños: ¡tienes una prima, por cierto! Maribel, lindísima, pequeñita y tranquilota. Ahora no la ves mucho, pero espero que, cuando sea sun poco mayor, puedas pasar largas temporadas en casa de tus abuelos, o en Tanes, disfrutando de un sol de verdad ;-), de tu familia española, de la piscina y de ser un medio guiri rubio con ojazos azules que se las lleve a todas de calle. Olé.
Vale, eso para cuando seas mayor. De momento vamos a centranos en que dejes de ser un vaguete y te animes a ponerte más de pie, que lo de gatear y sentarte tú solito ya está dominado. Cuando nazca tu hermana (sólo faltan tres meses, así que habrá que espabilarse) no te va a quedar más remedio que andar ya, chato, que ya no eres tan bebé...
Y qué penita me da, pensar que YA ha pasado un año, que eres un "peuter", como dicen aquí, un paso intermedio entre bebé y niño. Mi niño, mi niño pequeño, que desde hace sólo unos días sabe dar (y pide) abrazos, y se ríe a carcajadas, y mete las manos en la comida y en los enchufes y madruga más que las gallinas. Y sigue siendo la estrella de la guardería, je,je. Me hincho de orgullo, a quién se lo voy a negar.
Grosso modo, el primer año a tu lado. Fiesta del día 20, domingo; aquí no es con sandwiches de nocilla ni ganchitos, pero se parece mucho. Y vamos a poner globos y a soplar tu primera vela por ti y a cantar "Cumpleaños feliz" en dos idiomas. Y, excepcionalmente, colgaré aquí alguna foto, no vaya a ser que, cuando seas mayor, internet siga existiendo y te guste leer mi blog y me pidas ver fotos de tu primer cumpleaños.

No me enrollo más, pese a que hay mil cosas más que pienso y siento en este justo instante, cosas de las que te quiero hablar, sentimientos, recuerdos, anécdotas.

No sabes cuánto eres, cuánto vales, Tobias.
Eres mi niño, mi pequeño Rambo, mi milagro.
Desde lo más profundo de aquí dentro, te quiero.


martes, 1 de marzo de 2011

Niñas, niñas, niñas

Una más en el mundo, a partir de junio. Sí, sí, sí, una niña Vandecasteele Fernández.
Uan compañera de juegos para Tobias, una princesita para su papá, otra chica más en casa para hacer alianza con su mamá.
Women's power!