viernes, 29 de noviembre de 2013

Romper una lanza

Es el propósito de mi entrada del blog de hoy. A favor de estos belgas, o flamencos, o ganteses. De algunos, al menos. Y no sé si tendrá que ver con que poco a poco parece que va acercándose la Navidad (aunque antes tiene que parar San Nicolás por aquí) o que, debido al frío, la gente busca algo de calor humano.
Sea como sea, esta mañana he ido a hacer un par de recados en mi bici nueva. Es verdad que es una bici muy chula, roja, tipo holandesa, de paseo, con una cesta de mimbre en la parte delantera para meter las compras y una sillita de niño a juego -roja, también- en la parte trasera. La había aparcado y, al volver a cogerla para seguir con mis recados, un señor mayor estaba aparcando la suya.
"Me recuerda a cuando yo era joven", ma ha dicho, todo sonriente él, vestido con ropa deportiva y una mochila al hombro (estábamos delante de la piscina cubierta).
"¿Y eso?", le he preguntado yo.
"Mis padres tenían una tienda de bicis", ha contestado el señor, "y yo siempre iba a hacer la compra en una bici igual que la tuya, así, con la cesta delante. Es una bici magnífica, robusta, un poco lenta pero muy segura".
"Ya", le he dicho yo, "aunque pesa un poco".
"Pero eso es bueno, es una bici magnífica, preciosa. Disfrútala".

Y yo, que he dormido muy mal y por eso estoy como medio atontada todo el día, flotando, me he ido en una nube, henchida de orgullo, con mi bici roja.
Siguiente parada: "matricular" la bici. En el centro mismo de la ciudad. En mi estado todavía soñador y como embodado (mientras escribo esto sigo así, no sé qué me ha dado hoy) era la oportunidad perfecta para enredarme un poco en el ambiente pre-navideño, el centro de Gante lleno de gente, dia de mercado, turistas, operarios instalando ya los mercados navideños, las tiendas decoradas con San Nicolases y "Zwarte Pieten".  Demasiado anonadada para hacer fotos con las que acompañar esta entrada, ahora me arrepiento un poco de mi despiste.
Por fin he conseguido llegar donde quería sin caer en la tentación de pararme a toma run gofre o un chocolate, y el señor -también algo mayor, de manos grandes de trabajador y gafas para ver de cerca que tenía que ponerse y quitarse según para ver qué- que estaba en el taller de bicis ha sido también amabilísimo, dándome conversación. Nada trascendental, que si las bicis, que qué bici más bonita (☺), el frío, cosas así. Sin patronizarme (mi acento, mi nombre...), sin preguntarme de dónde soy ni decir la palabra "cerveza" al oír que soy española.

Por eso he vuelto a casa así, feliz con estos encuentros pequeños que me ofrece a veces la vida, con estas dosis de calor humano en días cada vez más cortos, más oscuros y más fríos.
Y, aunque es verdad que a veces me quejo de la frialdad generalizada de (algunos) belgas, hoy tengo que romper una lanza en su favor.




lunes, 18 de noviembre de 2013

Otro regalo (para Tobias y Clara)

Tobias, Clara, no sé si algún día leeréis esto. Ojalá que sí, como tantas otras cosas que os escribo. Quiero que sepáis quién es ahora, quién era vuestra madre cuando tenía 27,28,29, 30,31...
Con qué soñaba, qué sentía, qué me preocupaba, qué me emocionaba, qué me hacía reír o llorar o enfurecerme. Qué música escuchaba o qué comida cocinaba.
Ahora es el presente, y os cuento con qué sueño, qué siento, qué me preocupa, qué me emociona, qué me hace reír o llorar o enfurecerme. Qué música escucho o qué comida cocino. 
Aquí, en el blog, o en los diarios que cada uno de vosotros tenéis.

Esta canción me hace pensar en vosotros (aunque se llame "Son"), os la dejo aquí para que la escuchéis y la leáis. Uno de mis pequeños regalos para vosotros, algo de la música que ahora escucho y me emociona y hace que se me ponga la piel de gallina. 

Sois mi vida.

http://www.youtube.com/watch?v=czFKsD3GbR8

And if you follow me son
The window wrap around you
Carry from the ground
You will never be alone

You wait one turn to sunlight
That's falling on a girl
You're still inside the world

She's reading books from empty women
They're givin' beauty tips from empty hips

And how is the water of the rain
And how is the air of the wind
And how are the arms of your mother
She's holding you in

Watch them as they try to fly their kites inside their bedrooms
That were only built for drinking
Your thoughts they never lasted long when you were under the sky
Above it you can hold a thought forever

And how is the water of the rain
And how is the air of the wind
And how are the arms of your mother
She's holding you in

And how is the water of the rain
And how is the air of the wind
And how are the arms of your mother
She's holding you in


...Y perdón por la sobredosis de "The National" de estos meses. Entre tanto ya me conocéis un poco, y sabéis que cuando algo me apasiona no puedo dejarlo, recorre mis días, semanas y meses y necesito contagiar a otros ☺

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Más conciencia de esa

De la lingüística. Sí, sí, otra vez. Tobias, otra vez. Y me he quedado tan con la boca abierta que no he sabido cómo reaccionar ni qué decirle hasta pasados un par de minutos. Porque la que me ha soltado me la esperaba, no sé, con 15 o 16 primaveritas, pero no con 3 y pico. El jodío.
Resulta que muchos miércoles por la tarde, con eso de que no hay cole, una nena de su clase y él juegan juntos, o bien en nuestra casa o bien en la de ella.
Hoy toca (lo digo en presente porque todavía rondan por aquí, la anécdota que voy a contaros es de hace media hora escasa) aquí. Y estaba dándoles la merienda a los angelitos haciendo equilibrios entre el español y el neerlandés. Que bastante cacao mental tengo yo decidiendo en qué hablarles a mis hijos cuando hay otros niños delante -por ejemplo, en el colegio- a los que estoy hablando en neerlandés.
Hasta ahora más o menos había encontrado la fórmula, repitiendo todo en los dos idiomas, una vez para los otros nenes y otra para mi prole. O eso creía yo.
Estaba siguiendo yo muy ufana a mi yo traductor cuando, de repente, Tobias, en neerlandés, mientras yo le hablaba a su amiguita, va y me suelta: "Nee, mama, doe dat niet, je spreekt niet goed Nederlands" (en cristiano: "No, mamá, no hagas eso, que no hablas bien neerlandés"). Vamos, que ma ha hundido en la miseria este hijo mío, sangre de mi sangre.
Cría cuervos...