jueves, 30 de agosto de 2012

Un poco ingenuo

Pero me encanta el rollo, tengo debilidad por el buenrollismo, lo admito.
http://somostheposit.com/

Todos tenemos que tener (y los tenemos) defectos. Mejor si tienen algo de bueno intrínseco, digo yo, ¿no?

miércoles, 29 de agosto de 2012

Carta para Tobias y Clara

Quizá para otros padres sea algo más normal, pero nosotros nunca hemos estado tanto tiempo separados de vosotros.
Sí, en junio fuimos un fin de semana a Frankfurt, a la boda de Elmar y Claudia, y os quedatéis con memé, pero fueron solo dos días y medio. Esta vez, ya hemos superado ese "récord".
Con todo lo que está pasando en el mundo y yo que no puedo dejar de pensar en vosotros...
Sí, estáis estupendamente en casa de oma Rita, con su jardín que tiene un estanque con ranas, con la tele grande en la que podéis ver dibujos que aquí normalmente no podéis ver, sin tener que pegaros esos madrugones para llevaros a la guardería. De vacaciones, vaya.
Vuestras vacaciones tienen una razón de ser: estamos pintando la planta de arriba. Sí, claro, vuestra habitación, por supuesto, y también el despacho y el rellano. Está todo patas arriba, de modo que no podíais estar en casa, menos aún en una semana en que vuestra nueva guardería todavía no ha abierto. Y con ese olor a pintura, buf. En fin, que no.
La verdad es que nuestros días son larguísimos y muy intensos: trabajamos todo el día y, sobre las 18 o así, cuando ha terminado la jornada laboral, empieza la de pintura y bricolaje. Hasta las 21 o las 22, acabamos hechos polvo, con pintura hasta en el esófago, cenando algo rápido y a dormir. Caemos como filetes, no os podéis iamginar lo agotadores que son estos días.
Os escribo no solo para contaros nuestros avances pintureros, sino sobre todo para deciros que os echamos de menos. Mucho. No quiero ser madre llorona que no sabe estar ni 5 minutos sin sus hijos, pero la casa está tremendamente vacía y silenciosa sin vosotros dos. Sin los llantos de Clara porque no estoy todo el tiempo pegada a ella cual lapa. Sin las canciones en dos idiomas de Tobias y su correspondiente coreografía. Sin Bumba-Mickey Mouse-Baby Einstein y Pocoyo después de cenar y antes de ir a dormir. Sin vuestras incipientes peleas por el mismo juguete. Sin las prisas y carreras de las mañanas. Sin la risa de Clara cuando le hacemos pedorretas en la tripa o su manera de decir "papáááá" alargando mucho la última vocal y con carita de niña dulce. Sin los cuentos que me invento para vosotros cuando, ¡por fin!, estáis ya en la cama o el último beso que vamos a daros siempre antes de irnos a dormir nosotros...
Sé que lo estáis pasando bien, y me siento super orgullosa  de vosotros cuando cada tarde llamamos por teléfono y Tobias nos cuenta vuestras aventuras del día. Se me encoge un poco el corazón, pero luego pienso que es por vuestro bien, que queremos daros lo mejor y así no solo os damos una habitación más bonita y alegre, sino una semana de regalo con oma.
Pero os echo tanto de menos que, en vez de estar concentrada ahora preparando mis congresos y el tema del doctorado, aquí me tenéis, escribiendo esta carta, y deseando que llegue el viernes por la tarde para volver a tener la casa llena de vosotros.
Os quiero.

domingo, 26 de agosto de 2012

En qué ando metida últimamente

En qué andamos, mejor dicho.
En pintar la habitación d elos niños, poner alógenos en el baño, un espejo en el recibidor, buscar baldosas para el patio, tirar los trastos que se nos acumulan ahí, un par de muebles nuevos . Eso, en lo que a la casa se refiere. De momento, porque tenemos proyectos a inmediato, corto, largo y eterno plazo, ya se sabe cómo va esto de la casa.
En lanzar a Clara a andar de una vez, ella solita. Y que sea capaz de estar 30segundo seguidos (quitando los ratos en que duerme) sin estar cosida a su madre, uséase, servidora.
En preparar los ¡cuatro! congresos en los que nos han aceptado la comunicación con la que lanzamos el proyecto de investigación del doctorado. Cuatro en tres meses, mucho curro.
En el curso intensivo que daré durante tres semanas a principiantes-principiantes, pobrecitos, se cagan de miedo el primer día cuando se dan cuenta de que su profesora es nativa, y hasta el cuarto-quinto día ese miedo no desaparece en algunos. En otros, les dura hasta el final del curso. Pobrets.
En decidirme de una vez a ir a pedir precio por hacerme el tatuaje que quiero hacerme por mi 30 cumpleaños. Me da a mí que va a ser demasiado caro y que, con tanto gasto en la casa y d eprincipio de curso, no voy a poder permitírmelo, no de momento, al menos...
En terminarme el libro que Pepe me regaló por mi cumple y con el que me estoy destornillando, es divertidísimo.
En terminar de ver "The Good Wife" para poder desengancharnos de ella, yonkis, que somos unos yonkis.
En decidirme por si voto o no en las elecciones municipales de Bélgica el mes de octubre...

En esas andamos.


martes, 14 de agosto de 2012

Síndrome de vuelta al cole

Aunque ya se me va pasando, casi una semana después del regreso de las vacaciones (he tardado, lo sé), todavía me pasa un poco como los primeros días, como cuando volvíamos al cole en septiembre y casi se nos había olvidado escribir. Signo inequívoco de que las vacaciones han hecho el efecto que se espera de ellas, darme el merecido descanso, físico y mental.
Se me habían casi olvidado las contraseñas de las múltiples direcciones de correo electrónico, el pin del móvil se me olvidó por completo (por primera vez en mi vida tuve que recurrir al raro puk, no sé si a alguien le habrá pasado alguna vez) y ya no digamos el esfuerzo mental de recuperar las cosas donde las dejé, qué artículos estaba leyendo, qué clases tengo que preparar o cómo rematar el libro de español médico.
Cuando haya vuelto a la normalidad del todo será signo de que hay que volver a tomarse unas vacaciones, dejar el teclado, el ordenador, las estaciones y los trenes, y volver a la piscina, la terracita, las risas con amigos, los juegos con los niños. Hora de pensar en las siguientes...