viernes, 4 de julio de 2008

El perfume de nuestra tierra

Así se llama el libro que acabo de terminar, escrito por una periodista francesa de origen turco, Kenizé Mourad, y me ha dejado verdaderamente sobrecogida.
Recoge testimonios de todo tipo de personas tanto del lado palestino como del lado israelí, historias cotidianas que muestran el esfuerzo sobrehumano que mucha gente en aquellas tierras ha de hacer cada día para poder sobrevivir...
Aún palpita en mi mente y en mi corazón, y algo se remueve por dentro al darme cuenta, una vez más y de forma tan frontal y descarnada, de lo privilegiada que soy y, de algún modo, conformista con un mundo que no es como debería ser.
Con algunos errores en la traducción, es un libro que se lee facilísimamente y que recomiendo a todo el mundo, de verdad. A mí me ha ayudado a entender bastante mejor las causas y el estado del llamado "conflicto palestino-israelí", y me ha abierto los ojos a algunas realidades que desconocía por completo o que conocía pero muy tergiversadas por los medios de comunicación...

jueves, 3 de julio de 2008

En tres frases

Es muy difícil mantener el mismo ritmo de vida, de actividades, concentración, o energía en dos países tan diferentes, y más aún cuando aquí, casi inconscientemente, la siesta, levantarme como pronto una horita más tarde que allí, la piscina y las vacaciones en general hacen mella en mi rutina de profesora para convertirme, en tan sólo 9 días como llevo aquí, en una máquina de ir a la piscina, leer libros fáciles, dormir, tomar cañas y llenar mis días (que pasan increíblemente rápido, sin que me dé tiempo a darme cuenta) con recados y mil cosas que hacer.
Viva el verano, aunque espero que haya vida más allá.
Y vuelvo a la piscina, periódico bajo el brazo, como debe ser.