Ranking de películas

Este otoño-invierno pinta que voy a ver muchas, por varios motivos: empieza a hacer frío por la noche, salir a beber cervezas hace ya 4 mese que dejó de ser plan y hay que buscar alternativas, el festival de cine de Gante comienza en una semana y Mathias se va 10 días a ver a su hermana a Harvard, así que me quedo solitilla y con necesidad de buscarme los planes.

Total, he decidido hacer una lista de las que voy viendo, y ponerles nota (sobre 10) y, si se da el caso, pues una pequeña crítica o algo, según las ganas que tenga de escribir ese día.

Me encantaría que, quienes lo vayáis leyendo, me déis vuestra opinión también, si habéis visto alguna de las pelis, claro. Como un pequeño forum!!!!!!

Advierto que va a haber de todo, desde rarezas hasta comedias románticas clásicas que todo el mundo ha visto y yo no y ya es hora, así que nadie se lleve las manos a la cabeza, que hay que probar de tó.

Allá vamos:

"El viaje de Chihiro" (para ser de dibujos me gustó bastante, pero menos de lo que me había dicho que me gustaría) 6/10

"Public enemies" ( qué desperdicio de Johnny Depp y Christian Bale, joé, con lo actorazos que son; podría haber sido un peliculón y se queda a medias de todo) 6/10

"Changelling" 7/10 ( de Clint Eastwood y, aunque es una auténtica tragedia, como las últimas pelis que ha dirigido, sigue siendo Eastwood, y una buena película. Angelina muy bien, oyes)

"P-Star rising" 6,5/10 (documental que vimos gratis Silvia, Mila y yo en el festival de cine gracias a unas entradas que había conseguido Mathias; nos dejó boquiabiertas, como poco)

"Seize the time" 3/10 (documental italiano de los 70' sobre los Black Panthers que me fui a ver yo sola en el festival de cine; en fin, malísimo. Qué pena, con lo que me mola el tema...Eso sí, una rareza, una pieza única, no hay más copias en el mundo)

"Pretty woman": 4/10 (es bastante floja, la verdad, pero había que verla, no? Me entretuvo, eso sí, pero nada más...)

"500 days of summer" 8/10 (le he dedicado una entrada entera, a ella os remito; se la recomiendo a todo el mundo, de veras)

"Julie & Julia" 6,5/10 ( con una Meryl Streep soberbia, mezclando cocina y blog, pero se queda un poco sin sustancia, un poco sosaina; para pasar una tarde de domingo y con clara orientación para un público femenino medio. Medio en todos los sentidos, y no me parece algo positivo, precisamente)

"La nana" 7/10 (peli chilena bastante digna, la verdad)

"Food. inc" 7/10 (documental un poco a lo yankee y en yankilandia, pero da que pensar...Sobre la comida, claro)

" Duplicity" 5/10 ( la alquilé para pasar la noche, ya que estaba enfermilla y sola. Mmm, craso error, a ratos ni siquiera entretiene. Me perdió Clive Owen, lo reconozco. Y ese acento que tiene, me mola taanto!)

De vuelta a los cantautores ( y nuevos descubrimientos)

Tras varios años escuchando otros tipos de música que antes rechazaba de plano (electrónica, hip-hop, clásica, instrumental, etc...) y que he aprendido a apreciar cuando me he hecho un poco más mayor, pues siento que vuelvo a algunos clásicos.

A Sabina y Silvio Rodríguez, para empezar. Puede que estén un poquito ( o un mucho) pasados, pero me ha dado por ahí. Y, cuando me da por algo, pues lo hago y ya está.

También he descubierto, gracias a tener que prepararme mis famosas clases, a Camarón y a Martirio. Sé que no me voy a hacer experta en ninguno de los dos, pero al menos sí escucharlos un poquito, no? De Martirio no he podido descargarme nada (no hay nada colgado, o yo soy una torpe) y sé que suena raro, pero si alguien tiene algo, que me lo pase, porfa!!!!

Qué cosas, por qué rachas de todo tipo pasa una, no?

Además, como al final todos los caminos llevan a Roma, he vuelto a mis clases de flamenco. Empezamos ayer, con tangos, más bonitooooooooooooo!!! Pero, claro, con esta tripa in crescendo una no es Sara Baras, no. Pero se hace lo que se puede, hasta donde llegue el cuerpo. Hablando de, quizá este viernes, si el chipironcillo que llevo dentro se porta y se coloca de frente para la foto, podamos ver qué es...Qué impaciencia!!!

Cosas

Estoy leyendo una antología de poesía de mujeres llamada "23 pandoras" que me trajeron Pepe y Vicky de Madrid y detrás de la cual llevaba mucho tiempo. No sólo he vuelto a leer poesía, sino que también re-comienzo a intentar escribirla. Y me encuentro con perlas como ésta: "Escribo porque los momentos en que escribo nunca son iguales entre sí, y me salvan de la rutina". Me ha hecho llorar, de pura verdad que es. En mi caso, yo me construyo la rutina, me gusta hacerlo. Y luego lloro de rabia cuando quiero escapar de ella y no puedo.

Lloro. Últimamente, con esta bomba de hormonas que soy, por todo. Cuando la semana pasada ganó Kim Clijsters el US Open de tenis (desde cuándo me emociona a mí el tenis????), escuchando a Ben Harper, cuando miro y remiro las dos ecografías que tengo del que será nuestro bebé. Un hijo ( o hija), nuestro, nuestra, un milagro. Ahora no tengo palabras, sólo lágrimas. Igual que si estoy muy cansada o me siento muy sola y lejos de Madrid.

Me emociona convertirme en madre, pero, joder, otra vez lloro.

Más cosas: aún embarazada voy (fui, con Mathias, el viernes pasado) a festivales de música. "The streets", una mierda en concierto, y el cantante de un grupo belga que es igual, pero igualito!, a David Bowie. Vivan los 80. Irónicamente.

Qué de cosas, qué de hormonas.

Día de fiesta

Fin del Ramadán. Día sin coches. Lo sabíamos por la prensa, y la ciudad había programado para hoy domingo un montón de actividades para que la gente pudiera disfrutar de este día tan especial. y ha sido todo un éxito, al menos por nuestro barrio. Aquí viven bastantes turcos, muchos de los cuales son musulmanes y, por tanto, un día como hoy, de fiesta, lo han celebrado como tal, desde bien pronto por la mañana: niños vestidos con traje, mujeres más arregladas de lo normal, olor a comida rica y los hombres que se saludaban con besos y abrazos al salir d ela mezquita que hay al final de la calle. Un ambientazo, de verdad.

En cuanto a la iniciativa de la ciudad, consistía en convertir Gante en una casa; es decir, que un parque era el dormitorio, una plaza el salón, otro parquecito el cuarto de baño, uno de los muelles la cocina...de modo que, en cada uno de ellos podías hacer lo que hace uno normalmente en dichas habitaciones: comer, desayunar, sentarte en el sillón a leer un libro, darte un masaje, tomarte una cervecilla, bailar...Más chulo!!!!!

Y, con el buen tiempo que está haciendo, pues claro, nos hemos pasado medio día en la calle, disfrutando, empapándonos del ambiente de esta ciudad que cada vez me parece más maravillosa y más mía. Ahora que la conozco tan bien y sabemos aprovechar sus secretos y posibilidades.

Lo que decía, un día de fiesta. Lástima haber olvidado la cámara...

Cachemira

El domingo me apeteció comprar "El País", más que por la información en sí por el suplemento, lo confieso. Y, peor aún, no para leerlo por el mero goce de hacerlo, sino para sacar posible material para mis clases, que este año tengo, ¡por fin!, grupos de un nivel muy avanzado.

No me dio tiempo casi ni a abrirlo, así que me entregué a la autopsia (no podría llamarlo lectura) con gran curiosidad ayer,lunes, preparando mis clases, insisto.

Hasta que me topé con el reportaje de Juan José Millás sobre Cachemira. Porque ahí se me acabó el placer, la lectura y hasta las ganas de seguir con mi autopsia. El sillón se volvió afilado y acusador. Yo, cómodamente sentada en el salón de mi casa, con un buen café en la mano, mi música puesta, inconsciente del horror que me esperaba tras ese artículo.

No quiero parecer dramática, pero desde ayer no dejo de pensar en ello. Millás describe con toda su crudeza algunas (pocas, pero suficientes) historias humanas afiladas y desgarradoras que te hacen abrir los ojos a la realidad casi a patadas.

Cachemira en una región sacudida y abierta en canal por lo que (muy políticamente correctos) llamamos un "conflicto" olvidado. En permanente guerra desde la independencia de la India, en 1947. ¡¡¡¡62 años en guerra!!!! Yo, al menos, no puedo concebirlo, no hay espacio físico en mi cabeza para ello. y, sin embargo, joder, ahí está, esa realidad que, de tan dura, me hace llorar. De verdad.

Miles de desaparecidos, torturados de formas horrendas y casi inimaginables, miles, pero miles, de huérfanos, militares, paramilitares, para-para-militares-ya-no-sé-ni-quién-soy campando a sus anchas y violando a mujeres y niños, más torturas inconcebibles y más de medio millón de soldados indios (por lo visto es más de la mitad del ejército del país) desplegados en una zona de la que, al menos yo, muy poquito sabía.

Todo este conglomerado de horrores que aún intento digerir me está conduciendo por el camino de dos grandes conlusiones o pensamientos. El primero, que yo contribuyo también un poco a que ese horror ( y tantos otros que están sacudiendo a este mundo de mierda en el que vivimos) siga ahí mientras me limite a leer sobre ello desde mi mullido y acomodado sillón de joven profesional de clase media. Así que algo habrá que hacer, moverse, en alguna dirección.

Y, dos, tras varias lecturas -por casualidad, aunque al final han apuntado todas en la misma dirección- en las últimas semanas acerca de la India (entre ellas, la espeluznante "The white tiger", una novela fabulosa y desgarradora del escritor indio Aravind Adiga) mi opinión sobre aquel país ( y perdón por el prejuicio, que nadie se ofenda) no es precisamente positiva; más bien, se acerca a la idea de Anuradha Roy, una escritora india que dice que la mística india es un invento occidental y que ya en el Mahabaharata se refleja muy bien lo que es la India verdaderamente: materialismo, intrigas, codicia y violencia. "Slumdog millionaire", "The white tiger", algún que otro blog, noticias en los periódicos, otro reportaje en El País de la semana pasada titulado "Las guerreras del sari rosa"...En fin, son demasiadas señales que me hacen pensar que, como dice Millás, "los actores famosos con mala conciencia y los hippies tardíos y los cantantes de éxito, todos con su ONG portátil y poscolonial debajo del brazo", siguiendo la estela de los Beatles y Octavio Paz, han creado una imagen de la India mística, paradisíaca y espiritual que en nada parece corresponderse con la realidad.

¿Hay vida después de "Los Soprano"?

Quién me iba a decir a mí hace no mucho que estaría tan enganchada a una serie de televisión. Y sin tener tele.

Tanto que vamos ya por el sexto capítulo de la 6° y última temporada, devorándolos como patatas fritas ( o pipas, así de compulsivamente, para que os hagáis una idea) desde hace cuatro meses. Es el tiempo que llevamos viéndola y, a este ritmo, antes de que termine septiembre nos la habremos tragado entera.

Claro, hemos visto menos pelis y leído un pelín menos durante este tiempo. Qué locura.

El caso es que se acerca el final, y estamos desolados: llega el otoño, los días se acortan, llueve (creo que sobre esto no cabe ninguna duda, je,je) y, para más inri, con el embarazo, pues saldré menos a bares y tal, claro. Vamos, que necesitamos ayuda URGENTE. Con otras palabras, nombres de series que nos ayuden a olvidar la pena penita pena que se nos va a quedar ( ya lo sabemos) cuando llegue el inevitable final.

Pero que sean buenas, ¿eh?