miércoles, 25 de junio de 2008

Apatrullando la ciudad

No es algo habitual en mí, ni muchísimo menos, pero de vez en cuando, cuando vengo a Madrid, puedo permitirme el lujo de venir en taxi desde el aeropuerto a casa de mis padres. No por nada, sino porque es la manera más rápida de ponerme al día con las últimas novedades del país sin hacer demasiado esfuerzo por mi parte (otra poderosa razón, mucho más prosaica, es que a mi madre le desgrava, ésa es la pura verdad que se esconde detrás de todo esto, pero, shhh, no se lo digas a nadie). Total, que ayer, un día más, cumplí con mi rtual y, ¡suerte la mía!, el taxista no sólo era madrileño de "patilla, hoja de hacha; tacón, cubano y destetao, con callos y gallinejas", que diría un gato de pro, sino que, además, ¡¡¡tenía el taxi limpio y sin olor a tabaco!!! Así que me acomodé en el sillón trasero y me dispuse a disfrutar del aire acondicionado, del paisaje reseco y amarillento de Madrid además de la verborrea incansable de mi amigo taxista.

Supongo que no se lo aconsejo a ningún guiri despistado de esos de calcetines con sandalias (algo que, todo hay que decirlo, mi padre, sin ser guiri en el sentido completo de la palabra, también calza cuando vamos de vacaciones), pero, qué queréis que os diga, yo disfruté mucho más del viaje que si hubiera tenido que coger el mucho-más-ecológico-económico- y mira tú-cómo-vuela querido metro de Madrid.

domingo, 22 de junio de 2008

Vuelve a casa por Navidad

Una vez más, toca regresar por una temporada un poco más larga, poner un punto y seguido al uso de la bicicleta. Voy a echarla de menos, es una de las cosas de las que deberíamos aprender en España, y no empeñarnos en ser siempre tan diferentes e ir tan a contracorriente: mientras en casi toda Europa la gente usa la bici como un medio de transporte de lo más económico, ecológico y bueno para la salud, nosotros seguimos empeñándonos en (ab)usar el coche para todo. Olé.
Pero no niego que echo de menos unas croquetitas , una de ensaladilla rusa, el cafelito del domingo después del aperitivo con periódico, gazpacho fresquito del bueno y siesta con ventilador; que sí, que me voy a tostar con el calor de julio en Madrid y a los dos días eguro que empiezo a renegar de Rajoy, Zapatero, el precio de los tomates o de lo difícil que es dormir por las noches si la temperatura sube. De todos modos, y a pesar de todos los pesares, mi dosis de España cañí que no me la quiten, tres semanitas, no pido más, que luego el invierno se hace mu largo y mu jodío.
Mi pequeño retiro a la hispana emepezará con el retraso de rigor de Iberia, con una (y ojalá me equivoque) nueva derrota de España ante Italia que mis amigos belgas tratarán de suavizarme con mucha cerveza y con la resaca del (menos mal que ya ha terminado) congreso del PP.
Ya me queda menos...

martes, 17 de junio de 2008

¡Por fin un comentario! ¡No, dos!


Y qué feliz me he sentido, oyes, ya pensaba yo que esto de los blogs no era para mí o que me hago mala publicidad o que lo había entendido mal y no se supone que nadie tiene por qué contestarte. En fin, que qué felicidad ver un par de mis entradas comentadas, aunque no sepa quién eres...ya estoy pensando en cuando leeré un nuevo comentario, si tendré que esperar muchos días, ay, qué emoción!!!

Hala, a la vida real otra vez: cita con el dentista, más vulgar y terreno no puede ser, en fin.

Como regalo por lo contenta que me ha puesto ver esos comentarios, un botón (evidentemte el orden de los factores no altera el producto, el botón primero y el texto después, o al revés, qué más dará...)

domingo, 15 de junio de 2008

Domingo por la tarde

Domingo 15 de junio, aunque el color y el fresco del día son más bien propios de septiembre, tanto que la tarde completa la hemos pasado encerrados (por voluntad propia, que nadie se asuste) en casa, bien pegaditos a nuestras pantallas, libros, cuadernos y periódicos, dos auténticos empollones cuatro ojos que disfrutan ( de verdad, y aquí no se puede leer ningún tipo de ironía) con la tranquilidad de un domingo así.
Me pregunto cómo pasan los políticvos que ocupan altos cargos sus domingos, si no se levantan de la cama en todo el día intentando reponerse de las visicitudes de la semana (como trabajan tanto...) o si, por el contrario, se entregan ferozmente al alcohol y a una actividad frenética en la cocina o limpiando el trastero...Porque el resto de la gente, pues más o menos hace lo que se supone que tiene que hacer: los jurgolistas por un día hacen algo medio qué, Nadal se dedica a ganar partidos de tenis, los estudiantes hacen como que estudian, los artistas preparan jaranas o se reponen de ellas, las amas de casa se ocupan de la cena, la plancha y de desfacer todo tipo de netuertos mientras sus maridos se debaten entre el bricolaje chapucero o ver el partido de turno con los amigos en el bar, última oportunidad de la semana para liberar adrenalina y/o escapar de ayudar a Pedrito con los deberes.
Los intelectuales intelectúan, digo yo, algunas personas hojean aletargadas el periódico, los adictos al deporte han de contentarse con salir a correr con esos aficionaduchos domingueros porque el "Fitness centre" cierra el día del Señor (aunque cada bvez más se estila eso de 24horas al día/7 días por semana en forma sudando-como-cerdos-en-la-cinta-esa-en-la-que-correr);
los camareros sirven pinchos de tortilla y cañas anti-resaca (vale, aquí en Bélgica no, ya lo sé...) y algunos locos de mis amigos a los que admiro profundamente arreglan un poquito el mundo y trato de imaginar cómo son sus domingos por la tarde. "Desde aquí todo mi afecto, mi cariño y mi apoyo", que diría cualquier político modelno. Y que conste que de verdad les admiro y desearía tener tantro coraje como ellas para aportar mi granito de arena.
Al lío: domingo por la tarde, que aquí comienza a las 13.00 ya comidos y el café y los platos fregados, y termina a las 19.00 cuando llaman a cenar.
Voy a salir a la calle a disfrutar un poco del mío mientras sigo imaginándome cómo son los domingos de políticos, artistas, intelectuales y morralla en general.
Amén.

sábado, 7 de junio de 2008

De Obama, motos, la gasolina como imposible, el fútbol para no pensarlo demasiado y otros temas del montón

Algunas cosas, por fortuna, parece que cambian para bien. Veremos si es cierto que un país como EEUU puede dar el paso de elegir como presidente por primera vez en su breve historia a un hombre joven y negro. Ya se ha escrito bastante sobre el tema, me parece a mí, de modo que poco puedo aportar; al menos me hace pensar.
Como también da qué pensar la enorme cantidad de contradicciones que veo cada día en las noticias y medios de comunicación. Para muestra un botón: medio mundo (y no sólo en países considerados como pobres y del llamado Tercer Mundo, veáse si no las manifestaciones y concentraciones y huelgas que se repiten cada día de las últimas semanas en Francia, España, Portugal, Bélgica, Italia) tiene que manifestarse y protestar porque no puede pagar algo tan imprescindible como los combustibles. Mientras unos se ven obligados a cerrar negocios, apretarse el cinturón hasta límites imposibles o viajar hasta Bruselas a romper cristales y enfrentarse a la policía para que los gobiernos tomen medidas que frenen esta locura especulariva de los precios, otros pueden disfrutar del derroche más absurdo que conozco de gasolina: ¡vivan los campeonatos de motociclismo y la Fórmula 1, deportes donde los haya!
Eso sí, Daniel Pedrosa, Rossi, Lorenzo y compañía son los héroes del domingo, total, dejemos los problemas y las huelgas para el lunes.
O ni siquiera, que ya ha llegado el circo, señoras y señores, no nos da casi ya para el pan pero el circo que no nos lo quiten, a sesión diaria ( como mínimo, que también hay sesiones dobles, no se preocupe usted) durante las próximas tres semanas en las que Europa se paraliza cada tarde-noche para ver a otros héroes en acción. A ver si mirando la pantalla y a nuestros futbolistas desaparecen las miserias que nos abruman. Si no desaparecen, al menos las olvidaremos por un rato, que falta nos hace.

Examen oral

No sé si tiene mucho que ver con el tiempo gris y lluvioso, con el carácter más introvertido y un poco reservado de los belgas, con el estrés que dicen que sufren o con la falta de una vida social más en la calle que les permita charlar con familiares, vecinos y amigos y contarse sus alegrías y sus penas; no sé si tiene mucho que ver con diferencias culturales o de capacidad de comunicrse entre los españoles y los belgas. Ni siquiera sé si merece la pena estereotipar lo "español" y diferenciarlo de lo "belga". Quizá tiene más que ver con el tiempo en que vivimos, en que cada uno va a lo suyo y rápido, preocupados (obligados) como estamos por producir, trabajar, mantenernos ocupados, consumir, ir corriendo de un lado a otro. Sin tiempo para apenas respirar ni mucho menos dedicar un rato a hablar con el otro. Menos aún a ESCUCHAR al otro.
Así que por eso se dan situaciones como la que viví el otro día, en la que me sentí psicóloga -confesora-confidente. De todo menos lo que se supone que en ese momento era: profesora de español haciendo un examen oral, una mujer joven dedicada 100% a evaluar la destreza de sus alumnos flamencos a la hora de hablar español. O eso creía yo.Hasta que de pronto me vi con dos hombres delante de mí, ambos ( en momentos distintos, claro, alumno distinto, examen distinto) al borde de las lágrimas y deseando hablar de sus problemas sentimentales (uno)y de salud (el otro)todo el tiempo que hiciera falta,¡ y hasta en español!, con tal de que alguien les escuchase...
Por supuesto, el examen quedó en segundo plano, y me encuentro de pronto escuchando las penas de esos dos hombres y hoy, cuatro días después, aún dándole vueltas y deseando no encontrarme nunca en esa situación de tener que contar con un profesor de idiomas al que apenas conozco para contarle mi vida y mis tristezas.
Ojalá sepa siempre comunicarme con los que tengo cerca; ojalá nunca me absorba tanto el trabajo y la prisa y este ritmo frenético como para no ser capaz de pararme y sacar lo que llevo dentro; ojalá no me olvide nunca de lo que es importante, y sepa siempre distinguirlo de lo urgente.

martes, 3 de junio de 2008

Actualidad



Por fin diez minutos para sentarme y escribir a gusto, aunque no sepa muy bien sobre qué ni cómo. La inspiración suele venir a golpe de teclado, normalmente.

"La meglio gioventú", es la segunda vez que la veo, y esta vez de una sentada, ancohe era el momento perfecto para ello, tenía ganas de Italia, y de una buena película que saborear a solas mientras fuera caía la mayor tormenta que he visto en años, tan grande que afectó a todo el país durante horas ( lo cual no es difícil, dado el tamaño de Bélgica). Italia, un poco en mi vida: quizá vayamos de viaje a las islas Eólicas (al norte de Sicilia) en julio, un poco de rebote, pues nuestro plan inicial era Córcega, que al final no ha salido...

Me voy por las ramas, y olvido contar que Milan Kundera se ha colado otra vez entre mis lecturas, "El arte de la novela", regalo inesperado de Mathias, además de que me han calificado mi tesina-escrita-a-distancia-sudando-la-gota-gorda con un sobresaliente que me sabe a gloria.

Tengo un examen (otro más) de neerlandés en 15 días que tengo que preparar con algún artículo de al menos tres páginas sobre cualquier tema; me da pereza, pero es la excusa perfecta para leer de todo, desde revistas científicas hasta marujeos de todo el planeta, pasando por folletos de viajes y los suplementos sabadales (aquí no hay periódico los domingos, por eso no hay suplementos dominicales; ¿cuál es el adjetivo para los sábados? 5 años de filología para n saber algo así, manda....)

Y como me empeño en valer lo mismo para un roto que para un descosido, pues también busco tiempo para seguir con mis sevillanas (sí, sí, reíros, pero ya veréis, ya veréis), para hacerme 60km en bici en un día (lo que hace el amor, me estoy volviendo deportista y todo) o para organizar una boda, que me sobraba tiempo y me aburría...

En fin, el deber llama, y hoy toca hacer examen oral a mis alumnos de 4º de español, para ellos no será fácil, pero para mí tampoco es moco de pavo (¿de dónde vendrá esta expresión?)

No hay mal que por bien no venga, y no sólo de pan vive el hombre. (no tiene mucho sentido, peor me apeteceía encadenar esos dos dichos, me rondan desde hace días la cabeza...)

Me doy cuenta de que no he contado novedades de las última semanas como mi entrevista para dar clases en la universidad de Gante o la despedida de soltera que me organizaron mis amigas belgas el día 17 de mayo, pero es que me voy a eternizar si no...

La próxima, así tengo la excusa perfecta para escribir pronto...