lunes, 25 de agosto de 2008

Batiburrillo


Perdón por la sobredosis de fotos, pero es que ésta me parece como sacada de "Los aristogatos", en París (sí, otra vez, lo siento) sólo que de carne y hueso...
A solas con el título de esta entrada, puedo despotricar de Madonna:¡por Dios, que alguien le diga a esa mujer que noooooooo, que deje de dar conciertos semidesnuda o lasciva, que está vieja para esas cosas y no es sexy, que noooooo, que tienes ya 50 años y el tiempo NO pasa en balde!
También se me permite admitir que sí, que me he enganchado (pese a no tener tele y todo, internet es la culpable de todo) al final a los Juegos Olímpicos: a Michael Phelbs y sus no sé cuántas medallas (esté o no dopado, como afirma con rotundidad Mathias), a la natación sincronizada y a la final de baloncesto entre los españoles y los estadounidenses ( por supuesto, dopados, claro, según las teorías mathisianas). He caído en la tentación, mea culpa.
Me encanta mi trabajo, pero admito que me gusta mil veces más estar de vacaciones, ver películas, leer, viajar aunque sea por dos días, cocinar, visitar museos, pasear y charlar con amigos.
No entiendo el porqué de los atascos repentinos en las autopistas.
Mi siguiente libro por leer (creo): "Hospital", de Toby Litt.
No me acostumbro a decir que Mathias es mi marido (me suena aún muy raro) ni tampoco a la expresión "la noticia ha saltado".
Vaya cajón de sastre de entrada.

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