jueves, 4 de febrero de 2010

Querido diario:

Qué bien que, a partir de ahora, algunas semanas habrá fútbol en España todos los días. Ya se pueden jugar partidos de liga los lunes y los viernes, de modo que, las semanas que haya competiciones europeas, circo todos los días. Y el pan?

Me hace sumamente feliz también la burocracia, de cualquier país, sea España o Bélgica o las islas Caimán (bueno, según lo que vi ayer en "Españoles en el mundo", es una excepción, pero tienes que ser poco menos que rico riquísimo para ir a vivir allí). Y lo digo porque me encanta no tener aún mi libro de familia belga (y lo pedí en octubre de 2008, y tras seis visitas al ayuntamiento y una amenaza de queja oficial quizá lo tengan antes de que nazca mi hijo, qué suerte la mía) o tener que irme hasta Bruselas bebé en brazos cuando nazca para poder registarle como español en el consulado. No puedo mandar los papeles por correo o similar, no, in person. Qué bien me lo voy a pasar yendo de excursión al consulado en tren, 100km en total, con un bebé recién nacido. Lo que yo te diga, querido diario, la burocracia es la sal de la vida.

Pero no todo son alegrías en mi vida, no te creas. El lunes vi un reportaje acerca de un misionero español (ex obispo, dejó su cómoda vida en España hace veinte años para vivir con y trabajar para los pobres) que no para de darlo todo por los pobres de Santa Cruz, en Bolivia; increíble, admirable, con un coraje y una determinación y una energía y una alegría constante que me removieron el alma. Somos unos privilegiados, joder, y debería ser consciente de ello todos los días y hacer algo al respecto. Y no lo soy y hago más bien muy poco. Algo debe cambiar en mi vida.

Querido diario, hablando de privilegiados, yo lo soy por poder compartir mi vida con un hombre como Mathias, de verdad lo digo. Por mil motivos. Uno de ellos, porque me anima, nos anima a los dos a ser creativos, a buscar constantemente. Dos de las ideas que últimamente tenemos gracias a chispazos de los suyos son:
- hacer nuestra propia pizarra en la casa nueva, una como las de toda la vida, así, negro-verde, para poner en la cocina o el salón o el pasillo (aún no lo hemos decidido) como se ve en muchos bares y restaurantes por aquí últimamente. Como diría mi hermano, mola piruletas!!!! Y para el enano(s) una blanca; por lo visto existe un tipo de pintura blanca especial sobre la que puedes pintar y luego se borra fácilmente. Joé, nos vamos a poner morados de pintura y de tiza y de guarrear con él. Para un crío tiene que ser guay, una pared entera para pintar!!!
- ya que yo me canso tan pronto por las noches y casi no salgo más que para cenar o cosas así, pues hacernos un ciclo de cine clásico. Ya llevamos "Ciudadano Kane", "El tercer hombre" (qué grande, qué grande!!!), "Qué bello es vivir", "Psicosis" y tenemos en lista "Ladrón de bicicletas" (que no he visto nunca), Hitchcock, "Lolita", "Mean streets", "French connection", "Sin perdón" y muchas más de casi todos los géneros y épocas, como se ve.

En fin, querido diario. Como comentaba el otro día, "Invictus" de Clint Eastwood me parecía una peli para llevar a Morgan Freeman a los oscar. El anuncio de los candidatos me lo confirma, así como un reportaje que echaron el otro día sobre la peli en Informe Semanal. No sé, me quedo con la impresión de mucho Freeman y poco Mandela, que, oye, fenomenal, eh? De eso viven los actores. Y él lo es, como la copa de un pino.

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