lunes, 2 de marzo de 2009

Cogerlas al vuelo

Las palabras. De la gente que pasa a nuestro lado por la calle charlando con un amigo, con la mujer, el hijo, la amante, una compañera de trabajo, la madre, el jefe, un simple conocido.
Es apasionante coger dos, tres palabras de su conversación ( cotillas nosotros, metiéndonos en la intimidad de las conversaciones de los demás) y, a partir de ahí, intentar reconstruir su conversación, de dónde vienen, a dónde van. Y ponernos a inventar su historia, su personalidad, el porqué que hay detrás.
Es algo que hace años que hago, me entretengo con ello cuando camino sola por la calle en vez de aislarme escuchando música como tanta gente. Me permite inventar un poco de magia en el mundo no siempre tan mágico que me rodea.
Y ayer Mathias me descubrió que también lo hace, y sonreí al darme cuenta de que no sólo es magia, es también poesía. En nuestro caso, llamo a esa poesía complicidad.

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