martes, 10 de marzo de 2009

Cómo adaptarse a los tiempos que corren

Y no hablo de los abueletes, que a veces lo pasan mal con cosas para muchos de nosotros tan básicas como el email, el móvil o la tarjeta de crédito.
Tampoco me refiero a la crisis, que cada uno capea como mejor puede según le esté dando más o menos duro.
No.
Me refiero a los periódicos. 
Sí.
A los periódicos.
He leído en varios sitios que en este momento en que tanto se lee "online" hay que inventar nuevas estrategias para seguir manteniendo un público lector que quiera seguir comprándolos, hacerlos atractivos de tal modo que no lleguen a desaparecer tal y como hoy día los conocemos.
Los hay muy pesimistas, pero yo soy muy optimista al respecto. Por qué me daría para una entrada nueva, así que me voy a limitar a lo que observé ayer: uno de los periódicos de más tirada en Flandes, De Standaard, daba gratis una guía de viaje sobre "city trips" o ciudades europeas que merece la pena visitar. La guía está bien, pero no es nada del otro mundo. Y, sin embargo, tuve que recorrer tres tiendas para encontrar el periódico, que estaba agotado en todas (menos en la última, claro). De hecho, nunca, pero NUNCA compramos el periódico entre semana, lo cual prueba que la camapña funcionó. La clave: era gratis
Sí,sí. La guía, claro, se adquiría automáticamente por el mero hecho de comprar el periódico, sin pagar ni un céntimo más.
Yo sé poco de economía, rentabilidad y estrategias de mercado, pero observo mucho a mi alrededor y, en fin, ayer observé que los periódicos se vendían como pan caliente.
Por si los periodistas que me siguen quieren tomar nota...

1 comentario:

El impertinente dijo...

En España, como bien sabes, ya no hace falta casarse con nadie. Basta con que compres habitualmente un periódico. No pueden darte amor, pero a cambio, por comprarlo fielmente cada día te dan un ajuar completo que van renovando cada dos años. Más las consabidas películas, libros de cocina, folletos para aprender inglés, manos libres para el coche, equipo de home cinema, ordenadores. Los periódicos en España (y en el resto del mundo), buscan estrategias para sobrevivir. Los datos de la caída de lectores de periódicos ponen los pelos de punta.