domingo, 22 de junio de 2008

Vuelve a casa por Navidad

Una vez más, toca regresar por una temporada un poco más larga, poner un punto y seguido al uso de la bicicleta. Voy a echarla de menos, es una de las cosas de las que deberíamos aprender en España, y no empeñarnos en ser siempre tan diferentes e ir tan a contracorriente: mientras en casi toda Europa la gente usa la bici como un medio de transporte de lo más económico, ecológico y bueno para la salud, nosotros seguimos empeñándonos en (ab)usar el coche para todo. Olé.
Pero no niego que echo de menos unas croquetitas , una de ensaladilla rusa, el cafelito del domingo después del aperitivo con periódico, gazpacho fresquito del bueno y siesta con ventilador; que sí, que me voy a tostar con el calor de julio en Madrid y a los dos días eguro que empiezo a renegar de Rajoy, Zapatero, el precio de los tomates o de lo difícil que es dormir por las noches si la temperatura sube. De todos modos, y a pesar de todos los pesares, mi dosis de España cañí que no me la quiten, tres semanitas, no pido más, que luego el invierno se hace mu largo y mu jodío.
Mi pequeño retiro a la hispana emepezará con el retraso de rigor de Iberia, con una (y ojalá me equivoque) nueva derrota de España ante Italia que mis amigos belgas tratarán de suavizarme con mucha cerveza y con la resaca del (menos mal que ya ha terminado) congreso del PP.
Ya me queda menos...

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