miércoles, 5 de noviembre de 2008

Eleanor Rigby y Billy Holiday

Dos mujeres con las que me he cruzado durante nuestro viaje en Inglaterra. Una ficticia y otra real. Las dos convertidas en símbolos.
En Liverpool, cerca de "The cavern" (el lugar donde empezaron a tocar The Beatles y que, por cierto, es imposible de encontrar, sepultado como está bajo tanta publicidad, letreros y tiendas) hay una pequeña estatua de bronce de Eleanor Ribgy. Inculta de mí, no sabía quién era. Ya sé quién es: es el título de una de las (aparentemente) mejores canciones de la banda inglesa, y se ha convertido en todo un símbolo de aquellas personas que sufren la terrible enfermedad de la soledad. He escuchado la canción, y es triste, pero hermosísima. Por si tienes curiosidad y no la habías oído nunca, pincha aquí.
A Billy Holiday sí que la conocía y di de nuevo con ella en una exposición que vimos en Manchester sobre el arte en torno a The Black Panthers (Panteras Negras) muy muy muy interesante. La exposición, gratuita (ya comenté lo mucho que me flipa que los museos sean gratis en Inglaterra), hacía primero un recorrido por la historia de los EEUU, el racismo en aquel país y los movimientos de lucha por los derechos de los negros para después centrarse en los Panteras Negras y en el arte en torno a ese moviemiento. Pues bien, en esa primera sección, acompañando imágenes de verdad estremecedoras, se podía escuchar esta canción de Billy Holiday, un verdadero alegato contra el racismo en una época en la que alzar la voz en contra de esas injusticias suponía jugarse mucho. Hasta la vida, si eras negra, como ella lo era. Creo que en eso no hemos avanzado mucho, si es que se supone que la historia avanza. Pero no quiero enredarme por esos caminso, quizá en otra entrada.
La canción habla sobre el linchamiento de un chico negro al que cuelgan de un árbol. Se me ponen los pelos de punta al oírla.La canción se llama "Strange fruit".

Es maravilloso viajar por placer, y tener la oportunidad de reflexionar acerca de lo visto y vivido después, y el lujo de poder escribir sobre ello.
He aprendido tanto en este viaje...Como en todos, supongo.



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