lunes, 17 de agosto de 2009

Año nuevo, vida nueva

Pero en agosto, en vez del 1 de enero.
Todavía intentando no resignarme a que las vacaciones se han acabado, volver de viaje y encontrarme con un tesoro en mi habitación de cosas (a veces la llamo despacho) ha sido todo uno. Mis padres me trajeron de su casa las dos últimas cajas que allí me quedaban. Sabía que estaban llenas de más cosas a las que tengo que hacer también hueco aquí:no cabe todo!!!!
Pero me gusta, y estoy tan contenta como una niña con muñeca nueva, desempolvando (literalmente) cuadernos, miiiiiiiiiiiiiiiiiiles de fotos, tarjetas de bares y restaurantes de media Europa, tickets de metro, entradas de cine (algunas de los años noventa!!!), flores secas, más fotos, más cuadernos, cartas, postales, tarjetas de cumpleaños. Y más.
Como empieza la vuelta (poquito a poco, sin estresarse) al cole, me he ido esta mañana a comprar archivadores y cosas así, muy nuevas, sin estrenar, para ordenar lo del año pasado y empezar con el curso que empieza.
Pero no tengo sitio para todo, y me embobo mirando fotos y recordando caras, nombres, viajes, anécdotas, leyendo cartas antiguas y más antiguas aún, viéndome en fotos en las que no me reconozco, no tal y como soy ahora mismo, al menos.
Me da pena tirar tesoros, la basura no se los merece. Por otra parte, la habitación de cosas ya necesita un re-orden, un lavado de cara y de papeles.
Qué hago con mis tesoros?
Es duro volver de vacaciones ;-(
Mientras lo reflexiono, creo que me voy a zambullir con Paul Auster en Nueva York, a ver si se me pasa la nostalgia y me doy un respiro de tantas emociones, que hoy viene cargadito.

No hay comentarios: