domingo, 11 de octubre de 2009

Sesión de fotos



Mi amiga Silvia se ha puesto a estudiar fotografía al tiempo que sigue trabajando.
Resulta que en la escuela le han mandado varias tareas, y una de ellas es hacer tres fotos distintas de la misma persona. Distintas en cuanto a luz, composicón, lugar, distancia, y otras cosas técnicas que yo no domino.
Me preguntó si no me importaría que me las hiciera a mí y yo, cómo no, pues encantada, oye.
Quedamos el sábado por la tarde y la sesión fotográfica (en blanco y negro todas) empezó en un parquecillo cerca de su casa por el que nadie pasó en los casi 20 minutos que estuvimos ahí. Todo muy normal, yo posando según ella me iba diciendo (es una sensación muy relajante, al menos para mí, porque no tenía que hacer nada, sólo quedarme quieta en la postura que ella me dijera y, a partir de ahí, podía dejar que la mente se me fuera por ahí, todo un lujo para el que no siempre tengo tiempo...) y ella haciendo sus fotos. Hay algunas preciosas que, en cuanto me pase, colgaré aquí, para que las veáis.
Pues eso, todo muy normal. Decidimos entonces acercarnos hacia el centro, porque yo tenía entrada para una peli del festival de cine. Por el camino pasamos por delante de una tienda de ropa y zapatos de baile, una tienda chulísima llena de tutús y zapatillas y zapatos de flamenco o tango. Probamos aquí? Venga, por qué no, claro.
Y empezó la diversión. La gente que entraba en la tienda se quedaba mirando fijamente, especialmente los niños, que no tienen la vergüenza de los adultos de quedarse embobados mirando a alguien. Silvia no podía ver nada de esto, claro, enfrascada en la cámara y haciendo fotos como estaba; pero yo lo veía todo, porque era a mí a quien la gente miraba, como intentando reconocer quién era. Pues, mira, se parece a alguien de la tele, pero ahora no caigo a quién...
Seguimos en dirección al cine ( que, realmente, es un edificio en el que se encuentra un teatro, dos cines, sala de baile, un café muy chulo...). En el Vooruit, que así se llama el sitio, se reúnen siempre los artistas y modernetes de Gante de modo que, cuando Silvia encontró un sitio guay para seguir con las fotos, pensé que nadie se daría cuenta, que cosas más raras se ven ahí.
Pues no sé si será por lo del festival de cine y que la gente tiene sed de famosos, porque llama la atención ver a una embarazada posando o qué, pero el caso es que aquí nos miraban aún más.

Fue tan divertido!!!!Y, claro, no creáis que una foto y ya, no, estuvimos nuestros buenos 10 minutos. Pero nunca me lo he pasado tan bien sintiéndome observada.

Lo mejor de todo es que, además, las fotos son muy chulas. Aquí hay un par.

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