Y pasen de nuevo 10 días antes de escribir la siguiente entrada del blog. No puede ser.
Esta vez es para dejar una fotico de la última excursión que hemos hecho, al norte de Francia esta vez, por la zona de costa que queda justo frente a Gran Bretaña. De hecho, pudimos ver hasta Dover, donde se encuentran esos acantilados de piedra caliza muy blanca bastante famosos. Pues bien, la costa que visitamos, que llaman Côte D' Opale, es muy parecida, con acantilados de piedra blanca y muy muy verde el paisaje, hasta el mismo borde. Precioso, quizá menos conocido que otras zonas de Francia y, sin embargo, una escapadita para recordar por muchos años. Es fantástico salir un poco de la rutinilla, meterse por carreteras pequeñas que cruzan paisajes de colinas suaves y muy verdes (puede sonar muy cursi, muy idílico, pero es la verdad, lo juro!), con la música muy alta y cantando en el coche (The White Stripes,Kanye West, Metallica, Lilly Allen, vamos, un poco de tó) . Dos días tan sólo, pero suficiente para regresar a casa descansados, mental y físicamente, desintoxicados de ordenador, emails, trabajo y obligaciones. Y con un colorcete muy sano los dos, tirando a rojillo, lo admito.
Una foto de muestra, y me voy a la calle a que me dé más sol, que hace un día precioso en Gante, soleado como pocos y con temperaturas hasta 25 grados. En días como hoy la ciudad está llena de vida y aquí al lado hay un canal lleno de barquitos, ideal para sentarse a la orilla con un buen libro o el periódico cargadito de suplementos ( uno español, me refiero, pues aquí no hay periódico los domingos, creo que de eso ya he hablado en alguna otra ocasión) en chanclas y con una cervecita al lado. Como una reina.
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