miércoles, 17 de octubre de 2012

Yonqui

Junkie.
Pensaréis que voy a escribir sobre series, ja,ja, pero no. 
El otro día leí en el periódico que una conocida locutora de radio de aquí, cuando dejó de fumar, se puso a correr. Sí, típico, a hacer footing, que decimos nosotros. Ella no era nada deportista, pero se enganchó tantísimo que ahora corre maratones y todo. Contaba en su entrevista que sus días no son completos si no sale a correr y que, por muy lleno y estresante que sea su día, saca de donde sea un ratito para ello, y se siente mucho mejor, menos cansada, más fuerte física y mentalmente.
Vale, no me ha dado por correr, dudo que nunca me dé por ahí, siempre lo he odiado. En el cole era la penúltima o antepenúltima cuando había carrera, según hubiera uno o dos gorditos en clase (es cruel, pero era así), no me llegaba el aire y sudaba como un pollo a los 50 metros. Daba igual que fuera fondo o velocidad, que no,no era  lo mío. Asi que no, no me voy a poner a correr a mis 30.
Lo que me está enganchando mogollón es el yoga, y en el fondo hasta me jode un poco que se esté poniendo de moda ahora, pero eso es harina de otro costal.
A lo que voy es al grado de adicción que tengo: solo hay clase los lunes por la tarde. Hoy, que trabajo en casa por cambios de horario, llevo varias horas soñando con que ojalá hubiera clase de yoga. Sí, podría hacer los ejercicios en casa por mi cuenta, pensaréis, pero no es lo mismo. Menos aún sin la voz o las instrucciones del profe, o sin la música de sitar que nos puso el otro día, uf. A lo más que llego es a Radiohead, que vamos a verlos en concierto mañana por la noche (esto se merecería otra entrada), y a escribir para lanzar la pregunta al aire: ¿hay alguien más a quien el ocurra esto de estar enganchado a un deporte/afición? ¿Qué hacéis para superar el mono cuando no podéis practicarlo?
Mientras me contesta alguien haré como que trabajo para no pensar en que en este mismo momento me encantaría estar haciendo yoga.

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