Día 1, lunes: no puede ser más redondo, ergo he de hacer como sea una pausa para escribir una entrada. Aunque sea caótica y rápida, intensa, condensada, como lo están siendo estas últimas semanas.
Sol, colores del otoño, ropa, comida, costumbres que son ya las de esta época del año. Allá lejos quedó el verano, y el comienzo del nuevo curso académico ya no es comienzo, es pasado.
Congresos y viajes, Gerona, el Cervantes de Bruselas. Mañana de domingo para niños bilingües, "Lo que esconde tu nombre", "Un cuento chino".
Amigos amarillos. 25S, 29S: preguntas en el trabajo, el tema de conversación inevitable en los círculos en los que me muevo.
Vuelta al yoga de los lunes noche, noches frescas, noches toledanas, Tobias que no nos deja dormir.
Y el análisis de errores dando vueltas en la mente, entremezclado con Mad Men y los corpus de aprendices, liado con Prezi y Glogster, el dilema sobre twitter (ahí sigo, dándole vueltas), fiesta en la guardería.
Reencuentros, amigas que aparecen por sorpresa de Madrid en Lovaina (y qué bueno sabe el café cuando es así, de sorpresa), blogs inspiradores a mi alrededor, poesía en los ojos de mis hijos, ssss, jjjjj. Aliteración.
3 comentarios:
Qué bonito.
Duérmete niño!!!
(y que la nuestra se duerma también...)
E.
Y que todos los días de este otoño sean igual de mágicos e inspiradores...
Mil besos
Bego
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