Así que ayer, como ya me he terminado "The kite runner" y los libros que tengo en casa aún por leer son demasiado densos y serios, pues me fui a la biblioteca. El libro, "Una palabra tuya" (además de otro de la serie de Pepe Carvalho y el primero de Santiago Roncagliolo) saqltó literalmente a mis manos. Serían como las 2 de la tarde, y aún tenía que contestar varios emails atrasados, repasar la corrección de unos exámenes que tenía que entrgar a mis alumnos por la tarde y un par de recadillos para casa. El caso es que empecé a leer en el tren camino al trabajo, y ya no pude dejar de leer: a las 12 de la noche me lo había terminado!!!
Sentí una sensación muy parecida a cuando tenía 18-20 años (no hace tanto de eso) y tenía que leer, por obligación de la carrera que estudiaba, a ese ritmo. Alguna vez daba con algún libro que me enganchaba de la misma manera que "Una palabra tuya" lo ha hecho, y entonces lo devoraba, como las 250 páginas de éste. Cerrar un día y un libro a la vez me proporciona una sensación de redondez, de plenitud en mi día, indescriptible.
No es que me encerrara como un gusano en mi capullo a leer, pues tenía que trabajar y obligaciones que atender, y un marido al que amo con toda mi carne y toda mi alma y al que adoro dedicar un rato cada día para charlar y ver cómo ha sido el día de ambos. No, no me encerré en mí misma, es que el libro se coló en esos minutos que, otro día cualquiera, habría dedicado a internet, a una peli, a dormir, a comer, a escribir, a pensar, a salir a tomar algo con algún amigo.
Un libro en un día. Quiero repetir, que creo que me he hecho adicta.
2 comentarios:
a mi me paso el otro dia con pudor y dignidad, el cual, por cierto he empezado otras dos veces pero nunca habia conseguido terminar, extraño, no? unos dias no puedo ni seguir y de repente, otro día, lo empiezo y lo acabo el mismo dia.
Me lo dejarás? Nunca había oído hablar de ese libro, acabo de curiosear un poco en internet y quiero leerlo. Si tú quieres prestármelo, claro.
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