Buena elección, pues la estoy saboreando como no lo hice la primera vez, deteniéndome en las innumerables perlas que deja a lo largo de todo el libro Saramago. Y me deleito com el propio ritmo del libro, que me lleva suavemente sin que tenga que hacer ningún esfuerzo por pasar páginas. Todo lo contrario, puro placer de lectura. Y qué bien me viene en estos días de trasiego, aeropuertos, trenes y mucho frío.
Refugio, ésa es la palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario