En uno de esos suplementos, en el del periódico belga, me he dado de bruces con una nueva palabra que encaja perfectamente con los tiempos modernos en que vivimos
(ay, si Chaplin levantara la cabeza...): en la típica-de-todo- suplemento-que-se-precie sección de cocina entrevistan a un tipo que no es cocinero, ni siquiera restaurador. Se denomina a sí mismo....(redoble de tambores) ¡foodarchitect! Sí, sí, tal y como lo leéis. Muy moderno él, claro, treinta y pico años, pelo despeinado a propósito, uniforme de cocinero acorde con los tiempos, posando en el suelo de la cocina en vez de en una silla como todo hijo de vecino. ¡¡¡La de cosas que aprende una cuando tiene tiempo para leer el periódico!!!A partir de ahora no me fiaré de ningún cocinero, ni siquiera restaurador. A partir de ahora, o foodarchitect o no como en tu restaurante.
Vaya una entrada chula que puede inspirar la nieve, oyes.
1 comentario:
¡Qué guapa foto! Y qué frío tiene que estar haciendo por allí. Aquí esta mañana han caído algunos copos, pero vamos, que no hay color.
¿El tío del suplemento se dedica a hacer Guggenheims de chocolate o algo? Ja ja ja.
Publicar un comentario