De madre e hijos, con el clásico paseo por el parque (patos, patos, patos) y a por el pan. Tobias y Clara no aguantan y se zampan medio antes de llegar a casa.
Juegos mientras se hace la comida: arroz a la cubana, no han rebañado el plato porque aún no saben, que si no...
Siesta, cada uno en su cuna, mamá en el sofá.
Siguen durmiendo, mientras yo hojeo un poco el periódico, juego a ser escritorcilla y preparo café. Silencio, qué gusto.
Sal solito, caliéntame un poquito, y mi domingo será perfecto.
3 comentarios:
que bonito! quiero volver! jejeje
Gracias!!!Ya sabes, cuando quieras...
A mí me llegas al alma con el "silencio. Qué gusto!" de después de hacer el café.
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