Qué distintos de ahora. Tengo más nieve, días más invernales, pero infinitas tareas y exámenes por corregir antes de que lleguen las vacaciones. Los días son aún más largos de lo normal y lo que justamente no queda es tiempo para precelebrar las fiestas. Hay que cerrar el año 2010.
Tendré que conformarme con las celebraciones sin previo, ver la locura de la gente con la lotería rápidamente en internet y esperar hasta que lleguemos a Madrid para darle candela al turrón y al mazapán.
Menos mal que ser mayor tiene otras ventajas porque, en lo que a estos días se refiere, los prefería cuando era más joven...
1 comentario:
No sabes lo bien que te entiendo...Mil besos, guapa. Nos vemos muy prontito.
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